lunes, 1 de abril de 2013

Juan José Gomez Cadenas: Materia extraña

En este post se va a comentar sobre una rara avis, una novela española de ciencia ficción hard. Por desgracia el hard es un género poco leído, y aún menos escrito, en idioma español. En el post anterior me planteaba cómo salvar el género en el país. Hice la misma propuesta en sédice y llegué a la conclusión de que tengo poco o nada que ver con la comunidad española que se autodenomina (acertadamente o tal vez no tanto) fan de la ciencia ficción.

 Pero volvamos al libro. Para empezar el autor del mismo tiene todos el curriculum idóneo para escribir hard, se licenció en físicas en la universidad de Valencia, hizo un postgrado en el acelerador lineal de Stanford, fué profesor en Hrward y Massachusset y estuvo trabajando en el CERN. Actualmente es profesor de investigación en el CSIC dónde dirige el grupo de física de neutrinos.

 Su primera novela (tras haber editado el libro recopilatorio de relatos "la agonía de las libélulas") está íntimamente relacionada con su actividad científica pues tiene dos tramas principales: una relacionada con el LHC del CERN y otra con la física de neutrinos y su posible (o mas bien, si hacemos caso a las notas finales, ya implementado) uso en control de combustibles nucleares. A su curriculum profesional añadiría el hecho, citado en el apéndice, de que el autor ha practicado boxeo (y sospecho que tal vez también kick-boxing) lo cuál da mas verosimilitud a las escenas de lucha que aparecen en el libro (uno de los personajes aparte de físico de neutrinos es boxeador aficionado).

 Hay que decir que la estructura del libro se acerca más al techno thriller, con algo de estilo de best-seller, que la  novela de ciencia ficción. Este hecho hace que a mi personalmente me surjan dudas  sobre si el carácter de los personajes, en especial los grandes directores del CERN se acerca a la realidad o es influencia de los arquetipos a los que gusta mostrar la literatura de best-seller. La misma duda se aplica a la descripción de la ciudad de Ginebra. En todo caso dado que le ha vivido allí y yo ni siquiera he estado de vacaciones para visitar el LHC (aunque tengo amigos que han trabajado allí) está claro que tiene elementos para saber de que habla. A mi particularmente no me gusta demasiado la imagen que da de los científicos (en particular físicos) que trabajan en el CERN aunque tal vez haya gente que le gusten algunos aspectos de los mismos -ajenos a la ciencia pura- que menciona.

 Siendo una novela de hard el aspecto mas interesante es el científico. Como mencioné hay dos tramas. La primera es la que da nombre a la novela y se trata de la posibilidad de que el LHC llegue a formar un tipo exótico de materia- la materia extraña- mas conocida por su nombre en inglés "strangelets". Hay que advertir que la novel está escrita en el 2007, antes de que el colisionador empezase a funcionar. En la novela se nos plantea un escenario en el que el experimento no ha detectado nada, ni supersimetría, ni dimensiones extra (bueno, esto no lo menciona, pero lo añado yo xD) y ni siquiera el Higgs. La realidad es que ha acertado en todo excepto en el bosón de Higgs, que, eso sí, ha resultado ser de lo mas anodino (un higgs que se parece en todo al del modelo standard y que por tanto no da ni una sola pista sobre nueva física).

 En ese escenario Cadenas nos plantea que antes el peligro de posibles problemas de financiación (y eso que el libro es anterior a la crisis económica) los responsables han decidido abandonar los experimentos dónde se hacen colisionar dos protones, los mas adecuados para descubrir nuevas partículas, por otros dónde se hacen chocar átomos de plomo que son mas adecuados para detectar estados inusuales de la materia, en particular el plasma de quarks. En la realidad el LHC colisiona normalmente protones, cuyas colisiones se recogen en los detectores ATLAS y CMS y hay una breve época del año dónde colisiona estos núcleos pesados (no recuerdo ahora si de plomo, cómo dice Cadenas, o de oro) y que son analizados por los detectores ALICE y LHCb, mucho mas pequeños que los otros dos. Otro aspecto curioso a señalar que separa la novela de la realidad es que el LHC sufrió un accidente y ha estado operando estos años a la mitad de la energía inicialmente prevista (14 TeV).

Bien, una vez señaladas las pequeñas diferencias entre la realidad y lo que propone la novela vamos con lo que nos plantea la misma. Cómo se explica bien en el libro (y desde luego está claro por su curriculum que Cadenas sabe mucho más de ese tema que yo) los strangelets (o materia extraña) son núcleos dónde uno de los 3 quarks que forman los protones y neutrones de la materia ordinaria es sustituido por un quark "extraño" (strange, de ahí la palabra strangelet). Estos quarks pertenecen a la segunda familia (de las tres conocidas  de la física de partículas y son mucho mas  pesados que los ordinarios. La clave no es la detección de esos quarks (que ya han sido observados) sino que estos sustituyan a uno de la materia ordinaria. Según comenta en el libro hay indicios de que los núcleos de materia extraña, al contrario que los ordinarios, son mas estables cuantos mas protones/neutrones (extraños) tengan. Eso lleva a que, en teoría, una vez formado uno de tales núcleos absorbería otros núcleos y haría que sus protones y neutrones se volviesen a su vez extraños para agruparse en núcleos gigantescos. En última instancia esto podría dar lugar a que toda la tierra pudiese llegar a formar un núcleo extraño. Pero para que eso pueda llegar a suceder los núcleos tienen que poder incorporar algo de materia antes de desintegrarse (recién creados son inestables) y para ello deben llegar a acceder a el helio que se usa en la refrigeración de los imanes superconductores que guían el haz de partículas en el LHC. La verdad es que no me queda claro porque tienen que comerse precisamente esos núcleos y no los de los materiales que forman los detectores, o si acaso los de las paredes que haya fuera del tunel del LHC, pero bueno, el experto es él y no puedo entrar a discutirle ese punto. En todo caso parece que la clave es que las burbujas de materia extraña tienen carga positiva y no pueden llegar a absorber fácilmente los núcleos de helio. Cómo quiera que buena parte de la intriga científica de la novela consiste en ver cómo uno de los personajes, la física teórica Irene de Avila, se dedica a calcular esas posibilidades no diré más al respecto.

  Un detalle muy curioso del libro en la parte referente al LHC es no lo que menciona sino lo que omite. Cómo dije antes aparte del Higgs y la supersimetría no comenta nada más. No comenta nada de la teoría de cuerdas, de las dimensiones extra de tamaño subnuclear (compactificadas) del espacio tiempo que estas predicen, del hecho de que en algunos casos posibles esas dimensiones extra no sean tan pequeñas sino que tengan un tamaño mucho mayor (mesoscópico) y que la gravedad en ellas pueda permitir la creación de agujeros negros en el LHC. Realmente eso no afecta a su novela en la que plantea que se van a usar colisiones de átomos pesados, sino al caso en el que se colisionen protones. Imagino que el motivo es que Cadenas es del grupo de físicos que no tienen especial aprecio a la teoría de cuerdas ;).


En todo caso el asunto de los agujeros negros del LHC está muy relacionado con el planteamiento de su novela en el sentido de escenarios catastróficos en colisionadores. Y ese sí es un tema sobre el que sé bastante. En la novela se plantean varios motivos por los cuales no hay peligro real de que se formen burbujas extrañas en el LHC, aunque se le dan las vueltas necesarias a los argumentos para que después de todo si haya peligro ;).  Los agujeros negros han sido buscados, sin éxito hasta ahora. Más aún tampoco hay indicios de otras partículas (modos de Kaluza-Klein del gravitón) que darían pistas sobre la existencia de las dimensiones extra que permiten la posibilidad de formar esos microagujeros negros. Pero, claro, el LHC aún no ha funcionado al máximo de potencia y no es descartable que cuando lo haga si se formen estos agujeros negros y "el cañón de Hawking" empiece a funcionar ;). Por supuesto la posibilidad real de que esos microagujeros negros sean un peligro es nula ¿o tal vez no? xD.

 Bien, la otra trama hace referencia al uso de neutrinos para detectar el porcentaje de materiales radiactivos enriquecidos en centrales nucleares y cómo eso podría usarse para vigilar a países que estén intentando crear bombas nucleares en secreto. Si de QCD (quantum cromodinamics), la física pertinente a los strangeletes se poco de radares de neutrinos no sé nada y esta novela es la primera noticia que tengo de ella. Lo fascinante es que al final de la novela se nos informa de que esa tecnología es verídica y que, dado su trabajo actual, Cadenas está en las mejores condiciones posibles para saber de ella, así que le convierte en una persona absolutamente idónea para tratarla en la novela. Yo lo único que añadiría es que dado que ahora mismo los terroristas árabes parecen estar usando en Afganistán/Irak minibombas nucleares (posiblemente compradas a la mafia rusa con el dinero obtenido de la droga que se vende en Europa) me gustaría que esa tecnología se mejorase y se pudiera hacer una red de radares que pudiesen detectar posibles minibombas que se intentasen introducir en ciudades europeas para algún posible atentado.

 En fín, yo habría tratado el tema de otra manera, y habría mencionado mas detalles de cómo evolucionaría la burbuja de materia extraña (a que velocidad), pero esas son mis preferencias y el autor es libre de tratar los asuntos a su gusto y está sobradamente capacitado para ello. Total, que la novela la considero de lectura mas que imprescindible para quien se diga aficionado a la ciencia ficción hard y sea de habla hispana.