sábado, 16 de mayo de 2020

Proyecto Wells VI (covid19)


MEDIDAS PREVENTIVAS

Cuando se lo dijeron se llevó el susto de su vida. Tras muchos años sin saber nada del planeta Morlock y los arácnidos que lo gestionaban habían tenido noticias. Y vaya noticias, Porker estaba en una nave en la órbita terrestre y reclamaba su presencia.

Durante todos esos años sin comunicaciones la organización Wellsita había perdido parte de su razón de ser, y, aunque mantenían su estructura, era mas un formalismo y reuniones de antiguos amigos que algo que los convertía en los humanos mas importantes del planeta, cómo lo había sido durante siglos. Muchos añoraban el poder perdido, sobre todo al principio, pero pronto se adaptaron a la nueva situación. Además, la últimas noticias que tenían eran de una guerra galáctica, y a nadie le apetecía demasiado verse metido en algo así. Además, no es cómo si se hubieran quedado en la ruina. Tras tantos siglos de contacto con diversas tecnologías extraterrestres habían logrado que los miembros mas destacados de su “círculo interno” fueran gente muy adinerada, y dueña de importantes empresas, y eso no lo habían perdido

La persona que le comunicó el aviso era nuevo en la organización, y se mostraba muy entusiasmado, pensando, según le explicaba, que eso podría devolver a los Wellsitas al esplendor que tenían hace no demasiado. Ella no quiso desanimarlo, pero sabía que la presencia de Porker en la tierra no podía representar nada bueno. Recordaba los sucesos de hace unos años, en su estancia en Morlock, cuando Carlos y ella “huyeron” de la zona de intercambio de patógenos, perseguidos por Porker.

Ella había encontrado una excusa para dejar a Carlos solo en su huida y había esperado a Porker. El aráncido le dejó instrucciones de que se mantuviera por un tiempo en el planeta, por sí la necesitaba. Sí no había instrucciones posteriores en contra le comunicó también que, debido a la guerra, era posible que pasara un tiempo hasta que se volviera a poner en contacto con la organización.

Esa había sido la última vez que había visto a Porker, pero no la última vez que había tenido noticias suyas. Por lo que le contó la persecución de Carlos no había ido nada bien, y había conseguido escapar del arácnido en varias ocasiones, causándole además algún daño mediante diversas trampas. La última comunicación fué para decirle que Carlos había conseguido escapar del planeta, ayudado por los enemigos de los arácnidos. Tras eso le dijo que volviera a la tierra y que era posible que pasara un tiempo hasta que los arácnidos se volvieran a comunicar con ellos.

No le dió tiempo a recordar mucho más porqué, siguiendo las instrucciones, habían conducido a una zona aislada y una nave de abducción, totalmente indetectable para la tecnología humana, había bajado a recogerla. Cuando llegó a la nave de Porker se acopló y nada mas salir de la nave de enlace Pilar se encontró con el arácnido.

Enseguida se dió cuenta de el mal estado físico en que estaba, y, en cuanto empezó a hablar quedó claro que su humor no había mejorado al deteriorarse su salud. Sin ningún tipo de saludo o prolegónomo le explicó que la guerra no iba bien para ellos en esa zona de la galaxia y que el momento en que los enemigos pudieran llegar a la tierra estaba próximo. Le explicó que era muy probable que los enemigos intentasen esclavizar a los humanos y los usasen de mano de obra para su maquinaria de guerra. En función de eso el alto mando del bando con el que luchaban los arácnidos había decidido tomar medidas preventivas para asegurarse de que, sí eso llegaba a pasar, los enemigos encontraran a los humanos con sus capacidades productivas reducidas al mínimo.

A Pilar todo aquello no le sorprendió. En el tiempo que había pasado en Morlock había podido hablar con algunas de las razas locales de fuera del recinto de intercambio, y había aprendido algunas cosas sobre el comportamiento de los arácnidos y sus drásticas medidas. En función de ese conocimiento en vez de intentar hacer algún tipo de alegato en favor de la raza humana pidió a Porker que le dijera que tenía previsto hacer para cumplir sus objetivos.

Lo que le dijo era el tipo de cosas que cabía esperar de alguien que posiblemente fuera uno de los mayores expertos en enfermedades contagiosas , y por tanto en guerra biológica, del universo conocido. Le entregó una cepa de un virus nuevo y le dijo que lo hiciera circular por la tierra. Le explicó que el mismo, antes de ponerse en contacto con ella, había estado haciendo experimentos con humanos y virus animales hasta dar con el mas adecuado para sus propósitos.

Había sido un procedimiento de “cria selectiva”, sin usar la manipulación genética. Simplemente había propiciado mecanismos para acelerar el proceso de salto entre especies y así, en poco tiempo, había podido ver los efectos de cientos de virus en los humanos, hasta dar con el arma perfecta: un virus altamente contagioso, con un largo periodo de incubación asintomática, que le permitiera saltar fácilmente de un país a otro a lomos de humanos que no sabían que portaban la enfermedad, que tuviera una mortalidad lo bastante alta cómo para poder obligar a las sociedades humanas a paralizar su actividad económica, y que, además, tuviera un cierto número de características extra que pasaran desapercibidas al principio y que se fueran desvelando con el tiempo.

Aunque los arácnidos no habían mostrado ser buenos leyendo el lenguaje corporal humano, posiblemente porqué no les importase lo bastante como para esforzarse en aprenderlo, debió notar la aprehensión de todo lo que le estaba contando, así que interrumpió la descripción del virus que le estaba dando para decirle que, sí se negaban a expandirlo lo podría hacer por sus propios medios, pero, en ese caso, optaría por una versión manipulada genéticamente, por técnicas que la ciencia humana nunca detectaría, con las mismas características iniciales, pero sin efectos a medio plazo, para que las medidas sociales se relajaran, pero con efectos a largo plazo mucho mas letales, un “ébola a cámara lenta” según sus palabras. Y, por supuesto, se diseñaría a prueba de la primitiva tecnología de vacunas de los humanos de esa especie. Le comunicó que, según sus estimaciones, y ella sabía de sobra cuan sofisticadas eran las técnicas de predicción de pandemias de los arácnidos, y su nivel de fiabilidad, la versión agresiva del virus podría acabar con el 80% de la especie humana en el plazo de dos años. Ah, y, por supuesto, se aseguraría de que ella fuera una de las víctimas en ese caso.

Su última petición fue la mas dura. No podría decirle ni siquiera los de su organización cuales eran sus planes, debía usarles sin que ellos se enterasen de lo que estaban haciendo.

Lo demás era historia, la historia del primer virus de la historia de los humanos de ese planeta, su planeta, la tierra, que había infectado a todos los países en el plazo de unos pocos meses, bajo el un tanto aséptico nombre de covid19. De todos modos, aunque había aceptado hacer todo lo que le pedía Porker no se fiaba nada de él, y sí le había dicho que había una versión mas mortal del virus era muy probable que la soltase en algún momento. O, a lo mejor, sólo existía la cepa mortal. Fuera como fuera tenía una esperanza. No creía que Porter soltase un virus mortal sin tener una manera de controlarlo caso de que las circunstancias dictasen un cambio de estrategia en algún momento y, ya fuera una vacuna, un medicamento mágico, un banco de anticuerpos, un contravirus o cualquiera de las muchísimas estrategias que los arácnidos tenían para lidiar con enfermedades tal vez ella podría robarla y usarla. Era muy poco probable, claro, pero, en el transcurso de los siglos su organización había logrado robar diversos objetos de tecnología extraterrestre, incluyendo alguna nave, y armas. La tecnología y ciencia básica de esas armas era, en su mayoría incomprensible, o irreplicable a partir de la tecnología que habían logrado desarrollar en la tierra, pero al menos tenían algo, y habían conseguido al menos aprender a manejarlo. No estaba segura de sí Porker estaba, de algún modo enterado de ese hecho, o de sí la tecnología de esos aliens era rival para Porker, pero al menos tenía un plan alternativo si veía que la pandemia se tornaba en un exterminio.

Pero, por supuesto, esa era su última opción, porqué, incluso si lograse derrotar a Porker era muy probable que su especie mandase a alguien más a seguir con la tarea de éste y, de todos modos, también era posible que, sí las cosas iban bien en la guerra, los arácnidos ayudasen a la especie humana, aunque fuera sólo para usarla de mano de obra, como planeaban hacer sus enemigos.

De hecho, incluso tenía un plan en caso de que todo fuera mal y se ganase la enemistad de toda la especie arácnida: intentar comunicarse con los enemigos de éstos y pedir ayuda para la tierra. Realmente no sabía que ofrecer a cambio de esa ayuda, o sí los enemigos estaban en condiciones de prestársela en caso de mostrarse favorables a ellos. En cualquier caso al menos sabía algo de algunas de las razas galácticas que componían el bando enemigo de los arácnidos, y con quienes convenía contactar primero. Según los humanos que había contactado en Morlock los posibles mejores aliados de los humanos eran unos aliens cuyo nombre ellos pronunciaban como “Kokusha”,


lunes, 4 de mayo de 2020

Supers VIII


Supers

Le había llevado un tiempo darse cuenta, pero definitivamente lo suyo era ser un “supervillano”.

Tenía poderes desde bastante antes de que se hiciera famoso el tipo de la estrella solitaria y posteriormente los conferedates y toda la chusma con poderes que vino después. Incluso antes de que apareciera esa gente sabía que no era el único con poderes, y lo sabía porqué antes de decidirse a usarlos había estado buscando sí existían otros cómo él.

Le había llevado bastantes años, y, realmente, el hallazgo fué mas un golpe de fortuna que fruto de su trabajo. El primer ser que había encontrado también era un “supervillano”, pero muy diferente a él mismo y la palabra “demonio” sería mucho mas adecuada para describirlo.

Dió con él cuando aún no tenía claro que hacer con sus propios poderes y se dedicaba a seguir “la ruta del dinero fácil”, juegos ilegal, drogas, armas, etc. Había hablado con diversos traficantes, para conocer cómo iba el negocio, antes de decir sí unirse o no. Lo había hecho de forma discreta, y adoptando varias personalidades diferentes, y evitando involucrarse, algo que le resultaba fácil gracias a sus poderes. Poco a poco había ido percibiendo que había una “mano negra” que estaba detrás de muchos de esos negocios.

Había intentado acercarse mas, pero era muy difícil, y, además, cuanto mas descubría mas preocupado estaba. Lo que quiera que fuese que estuviera persiguiendo no buscaba enriquecerse, o conquistar un gran nivel de poder y preeminencia. Al contrario, buscaba permanecer oculto y, según parecía, buscaba crear entornos herméticos en los que dar rienda suelta a prácticas que daban mucho miedo. En un momento dado se enteró de que se había organizado una “caza humana” en una de las zonas mas inaccesibles de los pantanos de Florida. Aunque, incluso en esa época, ya tenía bastante claro que el uso mas lógico de los superpoderes era fuera de la ley, también tenía claro que cuantas menos leyes infringiera mejor, y, desde luego, matar era algo que querría evitar tanto como el fuera posible, e incluso prefería evitar el dejar morir gente, sí podía hacerlo sin meterse en líos.

Por ese motivo siguió a los cazadores y llego al “coto de caza”. Allí fue dónde tuvo su primer contacto con la criatura, aunque no lo supo inmediatamente. Lo que vió fue un tipo alto, vestido de negro, con un abrigo largo, máscara y capucha, que saludó a los “cazadores” y les explicó las reglas del evento. Luego se dirigió a una embarcación de la que hizo salir a las “presas”, que obedecían sus órdenes con temor. Explicó que, tras quitarles las cadenas que llevaban las dejaría escapar, dándoles un puñado de armas blancas (arcos, flechas, espadas, cuchillos y similares) para que no estuvieran completamente indefensas frente a unos cazadores que llevaban lo último del armamento militar del momento: visión nocturna, fusiles de asalto semiautomáticos, granadas y cualquier otra cosa que quisieran llevar.

Las “presas” se pelearon a puñetazos y patadas entre ellas para coger las mejores armas y luego huyeron en diversas direcciones. Cinco minutos después salieron detrás los cazadores. Tenían comunicación entre ellos todo el rato, y también con un “centro de mando” que les diría dónde ir cuando terminase la caza. Cuando todos hubieron partido el organizador cambió de aspecto y sus ojos se iluminaron desde dentro con el color rojo de las brasas ardientes. Sus pies se elevaron sobre el suelo y se marchó volando por encima de la selva pantanosa.

Ël se había quedado atónito y no sabía muy bien que hacer. Inicialmente tenía la vaga idea de que, caso de poder, habría ido encontrando a las presas, usando sus poderes, antes que los cazadores y llevándolas lejos, a algún lugar seguro, pero el hecho de que hubiera alguien mas con poderes, cuyo alcance desconocía, le disuadió de intentarlo.

El transcurrir de los hechos hizo que pronto su curso de acción se decidiera solo. Escuchó sonido de disparos y, también volando, se dirigió hacia dónde sonaban. En medio del vuelo se aseguró de activar el sistema que sabía que le hacía casi invisible, tanto a las frecuencias que podían ver los humanos cómo a los infrarrojos. Cuando llegó a dónde habían sonado los disparos vió que, en medio de un claro, uno de los cazadores miraba en todas las direcciones y que disparaba ráfagas en cuanto percibía, o creía percibir, cualquier cosa sospechosa. Aunque él era invulnerable frente a la munición de ese rifle prefería que no le alcanzase así que decidió permanecer en el aire, justo encima de el cazador. Entonces se fijó que en uno de los árboles había una forma oscura, que no tardó en identificar como el misterioso organizador. No llevaba ningún arma reconocible, pero imaginó que éso no significaba nada. La criatura volaba de un árbol a otro, sin ruido, pero de vez en cuando movía a posta alguna rama, para sobresaltar al cazador, que se giraba y disparaba en la dirección de la que había surgido el sonido. Por lo que veía a la criatura las balas le preocupaban aún menos que a él y siguió un rato con ese juego del gato y el ratón.

En un momento dado se escuchó como el cazador hablaba con el centro de mando, que seguramente se había puesto en contacto con él para preguntar a que venía tanto disparo. Explicó que creía tener a una, o varias presas, localizadas, pero que no terminaba de acertar a ninguna. Ante esa afirmación se escucharon unas carcajadas por el sistema de comunicación ante lo que optó por despedirse de manera abrupta. Y fue lo último que hizo. Justo después la criatura de aspecto humano saltó sobré él y acabó con su vida, de una forma terrible, que nunca olvidaría, Le quito el arma como quien le quita un juguete a un niño y luego lo cogió del cuello, levantándolo del suelo con una sola mano. Después soltó el agarre, pero el cazador siguió suspendido en el aire. Entonces su cuerpo se volvió transparente y se iluminó desde dentro con una luz tenue. Y, de ese modo, la criatura fué destruyendo el cuerpo desde dentro, despacio, y de maneras tremendamente crueles. La víctima, que seguía viva en todo momento, pese a que debería haber muerto con cualquiera de las barbaridades a las que era sometido su cuerpo, se agitaba con todo tipo de violentas convulsiones. Su rostro se retorcía de dolor, y su boca hacía el gesto de gritar desesperadamente, aunque ningún sonido llegó a salir de ella en ningún momento.

Cuando la criatura decidió que ya era bastante el cuerpo del cazador empezó a arder con inusitada violencia y al cabo de unos pocos segundos se había vaporizado.

La misma secuencia, con todo tipo de horropilantes variaciones, se repitió con toda la partida, tanto de “cazadores” como de presas. En algún momento la criatura se volvió hacia dónde él estaba y tuvo la certeza de que había reparado en su presencia, pero, por fortuna para él no intentó atacarlo.

En cualquier caso mucho antes de que acabase con todos él decidió huir de allí y marcharse lo mas lejos posible, a otro continente de hecho.

Tras ese encuentro decidió que, definitivamente, no quería saber nada de las mafias organizadas, y el monstruo que estaba detrás de algunas y su tarea de “supervillano” fue de poca monta, dedicándosse a robar cantidades relativamente pequeñas a bancos o empresarios de tamaño medio, que le permitían tener una vida cómoda sin dar prácticamente palo al aguan, y fuera del radar de las fuerzas de la ley o de las redes de delincuencia.

El segundo ser con poderes que conoció también era muy discreto, cómo él mismo, o la oscura criatura que había encontrado en los pantanos de florida. Había dado con él de una manera mucho menos tétrica, durante el entrenamiento de sus poderes. Había relativamente pocos lugares lo bastante apartados en el mundo dónde poder dar salida a sus habilidades sin llamar la atención, así que posiblemente no fuera tan extraño que cuando fue a uno de esos sitios se encontrase con otro ser haciendo exactamente lo mismo, entrenar.

Aunque no se podía decir que ese otro ser fuera exactamente cómo él. Estuvo en el “campo de entrenamiento” varias horas y durante ese tiempo desplegó una gran variedad de “poderes”, demostrando mucha habilidad en el uso de la mayoría de ellos y, además, el nivel al que los desplegó era impresionante, muy por encima de lo que el mismo podía hacer, y, aún así, por la manera paulatina en la que iba subiendo la intensidad le quedó bastante claro que en ningún momento había llegado a llevar ninguno de ellos al límite de lo que hubiera podido. De todos modos, simplemente con lo que había visto, le quedó claro que estaba ante alguien con poder suficiente para derrotar a ejércitos enteros sin mucho esfuerzo, y muy por encima de lo que, varios años después, mostrarían estrellita, los conferdrates o cualquiera de los otros supers.

Cómo ese otro ser no parecía particularmente agresivo decidió seguirlo, e incluso se planteó llegar a hablar con él, pero decidió que, por muy amistoso que pudiera ser, prefería que, sí era posible, alguien tan poderoso no supiera nada de su existencia. A través de esa labor de vigilancia llegó a saber unas cuantas cosas de él, y vio que aparentaba tener una vida normal, y no vió ninguna muestra de que estuviera haciendo ningún uso de sus poderes, ni cómo “héroe” ni como “criminal”, lo cuál le pareció una actitud muy astuta y prudente, y decidió dejar de vigilarle y que cada uno siguiera con su vida

Cuando la existencia de los supers salió a la luz pensó en hablar con él, y retomó la vigilancia. Mientras lo hacía se dió cuenta de que iba detrás de un cártel de drogas que él conocía de antaño y que sabía que estaba dirigido en secreto por la criatura de las sombras. Lo siguió discretamente durante su viaje a Francia y se dio cuenta de que, sin que lo supiera, estaba siendo llevado discretamente a un encuentro con el demonio del pantano, que ahora se había trasladado a la Francia rural. Tenía intención de darse conocer, y avisarle del peligro, pero los acontecimientos se precipitaron y no tuvo ocasión. No llegó a saber los detalles de cómo se produjo el enfrentamiento entre ambos, pero lo primero que supo es que, de algún modo, la villa dónde se encontraron fue atacada por hasta tres misiles nucleares.

Le hubiera gustado hacer mas averiguaciones, pero para un mundo que aún estaba tratando de asimilar la existencia de seres con superpoderes un ataque nuclear en suelo francés fue demasiado, las cosas se descontrolaron, y no tuvo ocasión.

Durante un tiempo se estuvo preguntando si los misiles nucleares habrían destruido a los dos seres. El “bueno” sin duda era muy poderosos, y podía sobrevivir tranquilamente a bombas convencionales, incluso a las mas potentes, pero no estaba seguro de lo que le podría hacer una explosión atómica. Al otro ser no le había visto haciendo un gran despliegue de poderes, pero, sabiendo que buscar, había ido aquí y allá y no le cabía duda de que tenía tanto o mas poder que el otro, y que, además, era una criatura muy antigua, que se había pasado causando daño desde el principio de la historia humana documentada, y tal vez incluso antes.


Mas adelante supo que en los USA había aparecido un nuevo super, que estaba intentando traer un poco de orden a la locura que se había ido desatando en el país. Fue allí y no le costó mucho convencerse de que ese nuevo super era el mismo que había conocido en el campo de entrenamiento.

La mayoría de los supers pretendían ser del bando de los “héroes”, pero en su opinión lo único que hacían era llevar las disputas de las diversas fraccionies políticas de los USA a otro nivel, y, fruto de sus diferentes visiones del mundo se enfrentaban entre ellos de vez en cuando. Las peleas entre supers no eran cómo en los comics, y varios de ellos morían, o sufrían heridas terribles, y en el transcurso de las peleas había mucha destrucción de bienes y muerte de humanos normales que tuvieran la mala suerte de verse envueltos en ellas. Por suerte ninguno había reparado en él y sus pequeños robos y podía seguir con su labor de “supervillano” sin interferencias, Realmente él mismo también era mas ponderoso que cualquiera de los otros supers así que, salvo que se topara con la criatura, o el ser que luego sería conocido como “el señor de la luna roja” no tenía miedo a ser atrapado.

Con el tiempo también llegaron a a parecer unos pocos “supervillanos” de poca monta, que pretendían cosas absurdas como “gobernar el mundo”, o actuar como superasesinos en serie o cosas similares. Algunos eran bastante poderosos, pero ninguno se acercaba a su poder, y mucho menos al de los dos que estaban por encima suyo, y, aunque causaban daños por un tiempo solían ser eliminados por los “héroes”, que, al menos en eso si solían justificar su apelativo.

Él , por su parte, optó por permanecer en el anonimato todo el tiempo, limitándose a ver cómo, pese a los esfuerzos del señor de la luna roja, la situación se iba descontrolando. Detrás de ese descontrol parecía estar, en las sombras, el demonio del pantano, que parecía buscar que los suserps se destruyeran entre sí, algo que al final ocurrió en la confrontación final, a la que sólo sobrevivieron “el señor de la luna roja”, estrellita, él mismo, y quizás algún otro que hubiera tenido el buen gusto de permanecer en el anonimato.

Aunque no tenía modo de saberlo tenía la sospecha de que “luna roja” hubiera preferido permanecer en el anonimato, y que sólo salió de él, muy a su pesar tras el encuentro con “el otro” y viendo también el desastre que estaba sucediendo en USA y que amenazaba con extenderse al resto del mundo Su modo de actuar, en su opinión, había sido muy inteligente, pero, en última instancia, no había bastado para evitar el desastre que terminó con la erupción de Yellowstone.

Tras éso hizo su gran exhibición de poder, creando y destruyendo un miniagujero negro a partir de una montaña, y, posteriormente, calentando al rojo vivo toda la superficie de la luna, acto del que se originó su nombre, y que convenció a la raza humana de acatar su decisión de crear las zonas restringidas.

Por desgracia su enemigo en las sombras estaba claro que iba intentar corromper lo que quiera que pretendiera hacer en esas áreas. Posiblemente, como “supervillano” debería ponerse del lado de la criautra, pero, sencillamente, le daba demasiado miedo, así que había decidido hablar con “luna roja” y poner en su conocimiento todo lo que había averiguado en esos años, a ver si entre ambos lograban detener a la criatura. Además, había escuchado las afirmaciones de estrellita sobre el origen del poder de los supers, y, aunque tal vez hubiera algo de verdad en ellas, tenía claro que había cosas que ni estreellita, ni, a lo que parece tampoco luna roja, sabían, y eran cosas importantes.