Empezó a llover. ¿Qué hora era? La vez anterior no había apuntado la hora del
inicio de la tormenta, pero le parecía que era
más tarde cuando habían empezado a caer las primeras gotas. Decidió
memorizar la hora exacta, para futuras referencias, bueno, futuras en tiempo
subjetivo, claro.
Seguía sin verse signo
alguno de presencia humana o animal, así que de momento seguiría allí,
pensando. La interpretación mas obvia para el cambio en el inicio de la
tormenta sería un “efecto mariposa”. Al fin y al cabo, aunque las condiciones
iniciales en cada iteración eran las mismas la conducta suya la del tigre, y la
del resto de seres vivos variaba, y eso podía cambiar las condiciones
atmosféricas. El efecto mariposa había pasado a la cultura popular y todo el
mundo sabía esas cosas.
Pero claro, la cultura popular es muy simplista y las
cosas no encajaban. Por un lado era necesario bastante más tiempo para que la
mínima variación que suponía la conducta de los seres vivos de la zona alterara
significativamente el patrón climático. Más importante todavía, esa lluvia, y esa tormenta, tenían su origen
en un frente tormentoso. Por mucho que variasen las condiciones atmosféricas
locales no podían alterar la llegada del frente a la zona dónde estaba.
Era muy
raro. Para asegurarse subió a la copa del árbol, una maniobra no carente de
riesgo, y miró al cielo. Ya era de noche, pero entre una luna creciente,
bastante cercana a su máximo esplendor, y la luz difusa de una gran ciudad cómo
Madrid, podía apreciarse bastante bien el cielo y ver cómo algunas nubes, la
avanzadilla del frente, estaban ya sobre él. Observó un rato y se quedó
bastante atónito al observar la velocidad con la que se estaba acercando el
frente. No controló el tiempo, pero no debió llevar más de 10 minutos hasta que
todo el cielo estaba cubierto de gruesas nubes, visibles sólo cuando algún rayo
rasgaba el telón de oscuridad que habían arrojado sobre la tierra debajo
suyo. Entonces vio otra vez venir la
cuerda, o lo que fuese. Anticipando lo que tocaba luego miro la hora. Apenas
había transcurrido hora y media desde que había empezado el ciclo, lo cuál era casi la mitad de la vez anterior
¿cómo era posible?
Vuelta a empezar. E
iban ¿Cuántas? Se sentía desanimado. La vez anterior había hecho grandes
avances y creía haber encontrado una pauta que apuntaba a un modo de salir de
ese eterno retorno en que se había convertido su vida reciente. Eterno retorno,
las palabras habían llegado a su cabeza de manera casual, pero sin duda no eran
originales. Evocaron el recuerdo del mito de Sísifo. No era muy ducho en
mitología griega, él prefería la escandinava, sin duda influenciado por los
cómics de Thor que llevaba leyendo desde siempre, pero conocía las líneas
esenciales del mito de Sisifo.
Por algún
motivo que no recordaba- ¿lo contaban alguna vez? – había sido castigado por
los dioses a empujar una piedra colina arriba. La piedra, posiblemente bajo
influencia de alguna hechicería divina, irremediablemente terminaba rodado
colina abajo otra vez, y el tal Sísifo debía volver a subirla, y así una y otra vez. No tenía claro si había
una moraleja ética detrás de la historia, o simplemente era un modo de explicar
los ciclos de la naturaleza que tenía esa gente. Tampoco le importaba ahora
mucho.
No obstante la idea de unos dioses vengativos le despertó una inquietud.
Había leído ciencia ficción desde siempre, y tenía mucha imaginación, así que no
le costó dar con un escenario que se ajustase a esa premisa. Tal vez sólo el
primer ataque del tigre era real. Podría haber sobrevivido a el y haber sido
transportado a un hospital Tal vez, como resultado de las heridas, se hubiese
quedado en coma uso cuantos años. En ese tiempo la tecnología podría haber
avanzado lo suficiente para que esas interfaces ordenador-cerebro, que había
descartado antes, estuvieran listas. Y tal vez el estaba siendo usado como
cobaya para ponerlas a punto. Tal vez un grupo de ingenieros informáticos
y expertos en neurología estaban jugando
con él, como los dioses del olimpo con el tal Sísifo. En ese caso cuando le
despertaran en el mundo real, si lo hacían, se corrigió- tendrías unas palabritas
con ellos respecto a dejar una y otra
vez al dichoso tigre suelto por los alrededores.
O tal vez ya le
habían escuchado, porque esta vez tampoco aparecía. Otra posibilidad era que a
base de repetirse la jugada los leones hubieran localizado la posición inicial
del tigre y fueran a por él para disputarle su territorio de caza. O quizás el
tigre tenía bastante autoconsciencia para notar que estaba en el bucle y había
llegado a la conclusión de que no necesitaba zamparse a nadie. Al fin y al cabo
al poco rato volvería a la rutina, y si al inicio de la misma no tenía hambre
tampoco iba a necesitar comer. O se había aburrido de comer siempre lo mismo.
Demasiadas opciones y muy pocos medios para discernir una de otras.
-¿Hola?- sonó una voz
conocida a su espalda. Era la chica de antes.
- Si, er, esto, hola,
farfulló mientras se giraba, te conozco de antes ¿no?
-¿Ah, pero te
acuerdas?- respondió ella-. Me lo imaginé cuando leí tu nota indicando tu
posición. Entiendo que eso significa que tu también estas experimentando una
repetición de los acontecimientos, o algo así ¿no?
- Si, eso parece. Lo cuál implica que hay un tigre y un par
de leones sueltos por la zona, ¿Cuántas balas tiene eso?,- pregunté señalando a
su rifle.
- Suficientes, espero-
fue su respuesta-. De todos modos confío en no tener que usarlas, ven,
sígueme, rápido.
La seguí, sin hacer
mas preguntas, y caminamos hacía la carretera. No sé adónde me llevaba, pero, fuese
dónde fuese, seguramente era una mejor opción que las que había usado antes. Al llegar a la acera que bordeaba la vía, fuimos
hacía la derecha, la dirección contraria
la que yo había cogido antes. Caminamos un pequeño tramo y nos paramos.
Ella se inclinó hacia una boca de alcantarilla y la abrió. Se volvió y se me
quedó mirando con una sonrisa en su cara, posiblemente debida a la cara de
tonto que debía tener en ese momento.
-¿No se te había
ocurrido buscar algo así, a que no?- me espetó en un tono de risa contenida.
- Tras una pequeña
pausa sólo pude responder con un … ¿Soy
tan tonto como me lo parezco en estos momentos?
-Jaja, no, tranquilo,
es normal, casi nadie piensa en estas cosas. Yo porque trabajo en ello, pero
antes de empezar a currar en estas cosas nunca se me hubiese ocurrido usar una
alcantarilla como vía de escape en una situación peligrosa. De hecho, más bien
al contrario, hubiera considerado que lo peligroso era estar dentro del
alcantarillado.
-¿Trabajas en el
alcantarillado?- Yo pensé que pertenecerías a una de las patrullas de rescate, y que por eso
llevabas el rifle-le expliqué un tanto extrañado, y algo inquieto también.
-No, no, no sabía nada de ninguna patrulla de rescate. ¿De
qué, exactamente se supone que nos tiene que rescatar?- ¿Qué sabes de lo que
nos esta pasando?
Así que ella sabía
aún menos que yo, mal asunto. El caso es que me preocupaba que si no pertenecía
a las patrullas de rescate fuese armada ¿con que tipo de persona estaba
tratando? Debió notar algo en mi
expresión porque antes de que tuviese ocasión de responder a su pregunta pasó a
dar explicaciones.
-Si te preguntas de
dónde ha salido el rifle, tranquilízate, no es mío, no soy el tipo de persona
que va por ahí armada. Mira, soy ingeniera de caminos y puertos y trabajo para
el ayuntamiento. En concreto estoy ahora dedicándome a revisar toda la red
subterránea de Madrid, haciendo un inventario de todo lo que hay bajo la
ciudad, túneles de alcantarillado, tendido eléctrico, gas, etc. Normalmente no
hago trabajo de campo, pero a veces me apetece ver las cosas por mi misma, que
no me fío de algunos planos. Estaba haciendo una inspección y encontré este
rifle tirado en una alcantarilla. No sé como llegó allí, ni cuanto tiempo
llevaba en ese sitio. Mi idea era llevarlo luego a alguna comisaría, pero
claro, parece que luego es una palabra con un significado distinto al que solía
tener. ¿Qué sabes? ¿Qué patrullas son esas a las que te referías?
Le puse al corriente
de lo que había oído en la radio, y de cómo lo había ido descubriendo, y del
tipo de cosas que había ido viendo. No parecía quedar muy entusiasmada con lo
que oía.
-La verdad, pensé que
sabrías más-dijo confirmando lo que ya intuía- . No sé, te había visto alguna
vez, tras ser atacado por los animales, y comprobando tus pertenencias, para
intentar averiguar quien eras. Vi que llevabas artículos de física de cuerdas.
Se me ocurrió, que tal vez, estabas en un equipo de investigación y habíais
puesto en marcha algún experimento raro que se os había ido de las manos.
-¿Experimento? ¿yo?-
que va, soy teórico de pura cepa, la última vez que pisé un laboratorio el
responsable del mismo casi me echa por peligro público. –Respondí sonriendo-
Además, estamos en España ¿desde cuando hay aquí dinero para experimentos?
-
Ya, por eso hice una ingeniería en vez de una carrera
de ciencias- me cortó ella. Eso sí, nunca se me quito el gusanillo y me gusta
leer toda la divulgación que cae en mis manos, Por eso supe reconocer tus
artículos cómo lo que eran.
-
Ah, vaya, sí, es cierto que mucha gente no ha oído
hablar nunca de la teoría de cuerdas, por raro que a mi me resulte. Me alegra
haber ido a dar con alguien que la conozca, y más en estas circunstancias.
Tengo algunas preguntas que, a lo mejor, pueden servir para saber que esta
pasando.
Tras eso estuvimos
hablando un rato sobre mis hipótesis de trabajo. Le conté mis especulaciones,
entre continuas interrupciones por su parte, mientras me preguntaba múltiples
detalles. Posiblemente su mayor lío fue aclararse con las diferencias entre los
diversos tipos de cuerdas. Sabía lo que era una D-brana, por lo que había leído
en del famoso libro de divulgación “el universo elegante”, Al menos la idea divulgativa de que una
D-brana era una superficie, o un trozo de espacio, en el que podían terminar
los extremos de una cuerda fundamental. Le tuve que explicar que había D-branas
de varias dimensiones y que, en particular, algunas podían tener dimensión 1,
con lo cuál eran a su vez cuerdas. Y le expliqué que las matemáticas permitían
que hubiera configuraciones estables en que una cuerda fundamental tenía sus extremos
en una D1-brana, formando un estado estable, lo que se conocía como (1,1)
cuerda. Y le expliqué como esas cuerdas fundamentales podían formar una cuerda
cósmica y la relación de las cuerdas cósmicas con los viajes en le tiempo.
Me comentó que no terminaba
de verlo claro, que entendía que aunque hubiera trayectorias que al dar una
vuelta en torno a las cuerdas retrocedieran atrás en el tiempo no veía como eso
explicaba lo sucedido ya que nosotros no seguíamos esas trayectorias.
Por
supuesto eso ya lo sabía yo, y estaba buscando un mecanismo para usar las
curvas cerradas en el tiempo sin llegar a recorrer esas trayectorias. Le dije
que era una pena que no pudiera tener acceso a internet para buscar
bibliografía, o al menos tener acceso a un ordenador dónde mirar los artículos
que llevaba en un pendrive que siempre iba en mi cartera. Ahí hubo un momento
de suerte pues me dijo que llevaba consigo un notebook, y que lo tenía guardado
por ahí cerca. Mientras fuimos a buscarlo me explicó que cuando se dió cuenta
de lo que pasaba, lo del cicloverso, como lo había bautizado, empezó a buscar
sistemáticamente salidas y que ahí es como había terminado dando conmigo.
Le había llevado tres ciclos enteros
encontrarme a tiempo para salvarme del tigre. La vez anterior no había podido
llegar a mi porque los animales habían estado peleando en una zona que se
interponía entre nosotros dos. Pero había visto la nota y sabía exactamente
dónde buscarme para la próxima, y que por eso me había localizado tan rápido.
Mientras se encendía
el ordenador y arrancaba el Windows dichoso, me acordé de la hora, y le comenté
mi extrañeza por la diferencia de duración entre los dos ciclos enteros que
había tenido ocasión de completar estando consciente. Ella me explicó que
ningún ciclo duraba exactamente lo mismo. La mayoría habían durado entre 2 y 6
horas, pero que tenía la impresión de que su periodo se iba acortando. Al
terminar de arrancar el sistema operativo vi
que ya llevábamos casi una hora. Mal asunto, a ver si tenía ocasión de
mirar lo que llevaba encima, y si había algo que me aportara alguna idea nueva.
Entretanto mi nueva compañera parecía querer seguir hablando, con lo cuál
recordé que debía empezar a ser educado y le pregunté su nombre.
-Elisa, Elisa Montes,
Lisa para los amigos, encantada. Respondió.
-¿Lisa¿ E-lisa? Respondí a mi vez, con una mezcla de
sorpresa y humor.
-Sí ¿que pasa? ¿Hay
algún problema con mi nombre? Me dijo poniendo un gesto de ligera indignación.
-Nono, que va, problema no, simplemente casualidad. Verás,
hay planeado un experimento para detección de ondas gravitacionales que tiene
como siglas precisamente LISA, cómo el famoso LIGO que detectó la primera onda gravitacional, pero en el espacio. Y, mas casualidad aún, el tipo de fuentes que
pueden generar ondas gravitacionales son las cuerdas cósmicas. Bueno, y también está Lisa Randall, una famosa experta en fenomenología de teoría de cuerdas.
-Ah, vaya. No lo
sabía. Que curioso. Bueno, ya sabes mi nombre. Tú eres Jaime Neila ¿no?
-Sí, ¿cómo lo sabes?
– respondí, si bien era casi una pregunta retórica ya que la respuesta estaba
bastante clara.
-Pues como habrás imaginado, revisando tu cartera cuando te encontré después de los ataques.
Me quedé con ganas de
preguntarle sobre mi estado después de las sucesivas derrotas, pero preferí
demorarlo, tampoco me hacía mucha ilusión saberlo. En cambio preferí explicarle
una teoría que se me había ocurrido mientras hablábamos.
-
Verás. Dijo, Eso de que cada ciclo tenga una duración
diferente, y que no sea claro el medio por el cual recorremos la trayectoria
cerrada me ha hecho pensar en las teorías cuánticas de la conciencia. Si la
consciencia es de origen cuántico, cualquier cosa que esté implicada en ella se
debería comportar cuánticamente. Eso significaría que debería recorrer todos
los caminos posibles, y en particular
caminos que den vueltas a la cuerda en curvas de tiempo cerradas.
-¿Como que las cosas cuánticas siguen todos
los caminos posibles?, me contestó entre divertida e incrédula.
Le expliqué la
formulación de Feynman de la cuántica como integrales de caminos. El principio
de incertidumbre nos dice que no podemos medir a la vez la posición y la
velocidad de una partícula. Eso significa que las partículas cuánticas no
pueden tener una trayectoria. Eso llevó primero a Dirac, a la idea de que una
partícula debía seguir todas las trayectorias posibles entre dos puntos. Y que
cada camino contribuía a las probabilidades de que la partícula realmente fuera
de un unto a otro.
No le expliqué en detalle lo que significaba esto, ni el
resto de detalles de cómo Feynman elaboró las ideas de Dirac. Me limité a que
le quedara clara la idea importante. Si la consciencia se formaba de varias partículas, es
de esperar que muchas, cabria esperar que, cada vez, recorrieran trayectorias de distinta longitud y que
tardaran un tiempo distinto, y, por eso, cada iteración sería un promedio mas o menos aleatorio de las posibles
trayectorias. La verdad es que no le convencía mucho esa teoría, y tenía varios
problemas potenciales.
Pero al menos tenía una consecuencia potencialmente
medible. De ser cierto era probable que lo que quiera que formar la conciencia
de cada individuo tomara valores distintos en cada bucle. Así pues lo mismo que
cada individuo tenía aleatoriamente un valor entre, mas o menos 2 a 4 horas por
cada bucle, era posible que un bucle concreto individuos diferentes lo vivieran
como algo con duraciones diferentes. De ser así podrían cronometrar la duración
de este bucle, y, cuando se vieran en el próximo, comparara a ver si eran
iguales.
Había bastantes
preguntas que le hubiera gustado hacerle a Elisa, pero decidió priorizar los artículos.
Leyendo úno se encontró con un par de aspectos de los que no tenía idea. Por un
lado se comentaba que las cuerdas cósmicas, independientemente del tipo, podrían
ocasionalmente sufrir perturbaciones que llevaran a la formación de aristas. Y
esas aristas podrían actuar como emisoras de estallidos de rayos gamma.
Eso era
un asunto bastante peliagudo. Los rayos gamma eran fotones de muy alta energía,
capaces de destruir células. En la tierra eran generados de manera natural por
materiales radiactivos y, desde luego, en las explosiones nucleares. Precisamente
por ese motivo llegaron a descubrirse los estallidos de rayos gamma en
cosmología. Los militares habían lanzado satélites para detectar posibles
explosiones nucleares en sitios remotos por potencias enemigas midiendo los
rayos gamma que pudieran emitir. Y habían encontrado muchas fuentes de esas,
pero en el espacio.
Desde entonces
varias generaciones de satélites, cada vez más sofisticados, habían estudiado
esas explosiones. Algunas de ellas eran de unas dimensiones colosales. En pocos
segundos liberaban la energía combinada de muchas supernovas. Otras eran de
menor magnitud. Algunas provenían de fuentes exteriores a la galaxia, otras del
interior de la misma. Dependiendo de las características había varios
mecanismos posibles para generarlas.
Estos incluían cantidades inusualmente
grandes de materia cayendo a un agujero negro, quasares, o, como acababa de
descubrir, cuerdas cósmicas, si es que estas existían, y eso era algo que
parecían demostrar sus actuales circunstancias.
En el artículo no daban un orden de magnitud de la energía disipada,
pero a poca que fuese, dada la cercanía, sus efectos serían catastróficos. Los
rayos gamma eran rápidamente absorbidos por la atmósfera, con el resultado de
que esta se calentaba hasta varios miles de grados, esa atmósfera
sobrecalentada emitía parte de esa energía como rayos infrarrojos capaces de
provocar incendios devastadores. Luego se expandía en un frente de onda. En
definitiva, los efectos de una bomba atómica.. En las capas superiores de la
atmósfera había un efecto adicional, destruía la capa de ozono. Recordaba haber
visto un documental dónde se estudiaba la posibilidad de que la extinción del
cámbrico, la mayor en la historia de la tierra, pudiera haber tenido su origen
en un estallido de esos. Si la cuerda
cósmica empezara a sufrir convulsiones que la hicieran emitir un estallido de
esos podría causar estragos.
La otra cosa que le
había llamado la atención era que las cuerdas cósmicas fundamentales, las
formadas a partir de supercuerdas, combinadas con D1-branas, podrían, en algunas
circunstancias, sufrir un proceso de inestabilidad de la D-brana que resultara
en la emisión de taquiones.
Eso ofrecía posibilidades nuevas. Los taquiones
viajaban más rápido que la luz, algo
permitido debido a su masa imaginaria. Como consecuencia de ese carácter
supralumínico eran candidatos a producir anomalías temporales, enviar mensajes
al pasado y cosas así. Realmente las cosas no eran tan simples, y había
reinterpretaciones posibles a esos mensajes al pasado. No obstante, cómo casi
todo el tipo de física que había estado barajando para intentar explicar el
cicloverso, era física especulativa basada en teorías sin confirmar.
Algunas
cosas, como las cuerdas cósmicas originadas como defectos topológicos, eran
algo bastante poco especulativo. Se basaban en el modelo estándar de
partículas, ya comprobado experimentalmente. Curiosamente la existencia de ese tipo de cuerdas cósmicas dependía de que existiera el bosón
de Higgs. En cierto modo la existencia de esas cuerdas cósmicas era casi una
prueba ineludible de la existencia del Higgs y éste ya había sido hallado. Meditando sobre ello cayó en un
detalle interesante. El artículo no lo mencionaba, pero el Higgs, en el
universo primordial, antes de su cambio a un nuevo vacío en el que daría mas a
las partículas de el modelo standard, era un taquión. Y dentro de las cuerdas
cósmicas no se habría producido ese salto. Por tanto, conjeturó, también ese tipo de cuerdas cósmicas podrían
producir taquiones.
El caso es que los
taquiones, definitivamente, podrian alterar el escenario que contemplaba antes
para explicar el cicloverso. Si estuvieran siendo bombardeados por un frente de
taquiones eso podría producir saltos extraños en el tiempo.
No era obvio como
eso podría producir una estructura cíclica. Tal vez el haz taquiónico sólo
fuera emitido por una zona de la cuerda, y esa zona sólo apuntase a la tierra
cada cierto periodo de revolución que hiciese la cuerda. En ese caso, si la
cuerda sufriera un movimiento no estrictamente cíclico, podría explicar las
diferentes duraciones de los ciclos.
También si la causa eran los taquiones, podría ser que la cuerda cósmica
estuviera en cualquier lugar de la galaxia,, no necesariamente cerca de la
tierra. Claro que eso arruinaría su idea de antes de que la cuerda fuera la
causante de los problemas con el anillo de saturno y demás. O podría ser una
situación intermedia, que estuviera en algún punto del sistema solar, alejada
aún de la tierra. Ese podría ser el peor caso. El artículo no lo mencionaba
explícitamente, pero parecía natural suponer que el haz de taquiones se formara
en la misma arista dónde estuviera el haz de rayos gamma. De ser así habría una
cuerda cósmica por ahí rondando con la posibilidad de arrasar con continente en
una deflagración de rayos gamma. O, dependiendo de su masa, dañar la estructura
misma del planeta mediante alteraciones gravitacionales.
Y, peor aún, pudiera ser
que sólo la gente que estuviera atrapada en el haz de taquiones supiera algo al
respecto. Y, dado que las emisoras cercanas no parecían saber nada, el haz era
estrecho. Si la gente de la conferencia a la que pensaba asistir estuviera
afectada tal vez ellos pudieran llegar a sus mismas conclusiones, o a otras
mejores, ya que en la facultad habría equipos para hacer medidas. Y posiblemente
podrían usar la red de telefonía fija para comunicar su situación al exterior.
Pero de ser así las radios estarían informadas. O tal vez habían sido
informadas, pero no decían nada a la espera de confirmar datos. Al fin y al
cabo fuera del cicloverso sólo habían pasado unas horas.
Decidió dejar de leer
e informar a Elisa de sus últimas hipótesis. Estaba apoyada en la pared de
enfrente, mirándolo con cara de aburrimiento. Y de repente ya no estaba. Tras
unos segundos desubicado consiguió entender lo que había sucedido. El ciclo se
había terminado y volvía al inicio. Le sorprendió lo brusco de la transición,.
Las otras dos que recordaba habían sido avisadas por la llegada de la cuerda y
una sensación de nausea posteior. Ciertamente bajo tierra era lógico no ver la
cuerda, pero contaba con la sensación de nausea. Definitivamente había muchas
cosas por descubrir aún, si es que llegaba a encontrar respuestas a todas las
incógnitas, o a algunas al menos.
. ABC. 28 de Noviembre
de 2019.
Caos en el sur de
Madrid.
Ayer el sur
de Madrid se vio envuelto en una “tormenta perfecta”. Una persecución a unos
delincuentes terminó en un accidente múltiple en el que se vio afectado un
vehículo de un zoo que transportaba varios animales, entre ellos varios tigres
y leones. Las autoridades montaron un cordón policial por la zona, y una
cacería de los animales.
No obstante poco tiempo después se desató una tremenda
tormenta, con una cantidad inusual de aparato eléctrico y grandes lluvias que
originaron múltiples inundaciones. Esas inclemencias atmosféricas obligaron a
cancelar las operaciones de búsqueda.
Por sorprendente que resulte no es la primera vez que sucede algo así pues, hace unos años se reportaron hechos similares.
Por sorprendente que resulte no es la primera vez que sucede algo así pues, hace unos años se reportaron hechos similares.
La vanguardia 30 de
Noviembre de 2019.
Las operaciones de
búsqueda de los animales fugados el pasado día 28 concluyó con un resultado
inesperado. Todos los animales fueron hallados inconscientes, sin signos de
heridas o golpes que expliquen dicho estado. También fueron hallados en similar
estado varias personas. Los médicos que las han atendido están sorprendidos de
los síntomas que presentan dichas personas. Externamente su estado es similar
al del coma, pero los electroencefalogramas muestran signos de una actividad
cerebral normal, correspondiente a un estado de vigilia.
Otro misterio. A la
redacción de este periódico han llegado informaciones de diversos testigos
informando de extraños fenómenos atmosféricos que, según ellos, iluminaron
amplias extensiones del cielo. La gran
mayoría de la población no ha observado nada similar y solamente el
hecho de que testigos no relacionados informaran de los mismos detalles da una
cierta credibilidad a los mismos.
La redacción está intentando averiguar si en los sucesos similares de hace unos años también hubo personas y/o animales afectados y, en ese caso, que fue de ellos. También se está buscando explicación a la poca difusión mediática del primer evento.
La redacción está intentando averiguar si en los sucesos similares de hace unos años también hubo personas y/o animales afectados y, en ese caso, que fue de ellos. También se está buscando explicación a la poca difusión mediática del primer evento.
Revista Española de
física. Enero de 2020.
¿Microscopios en el cielo?
Entre los extraños
acontecimientos del 27-N del pasado año se mencionaron unos extraños fenómenos
atmosféricos observables sólo desde algunas ubicaciones. Inicialmente no se
había creído la noticia, pero pruebas documentales, en forma de vídeos grabados
desde móviles cuya autenticidad
quedo avalada en diversos estudios hechos por expertos demostraron su
veracidad.
Un equipo del CSIC,
designado para estudiar el fenómeno, ha dado con una posible explicación. La
pista surgió al descubrir que las imágenes del fenómeno eran muy similares en
algunos aspectos, a otro fenómeno atmosférico, de mucha menor escala los rayos
bola. Observando con más detenimiento se observó que en las imágenes también
aparecían sombras de objetos cotidianos, pero en una escala igualmente
agrandada.
Tras hacer diversas
hipótesis y estudiar diversas explicaciones posibles se ha propuesto una
posible solución. Se cree que la atmósfera, sometida a una tormenta terrestre
inusualmente fuerte, y, simultáneamente,
a un torrente de rayos cósmicos debidos a una erupción solar de pequeña intensidad
fue en algunas zonas, de geometría aproximadamente tubular, comprimida y en
otras, de similar geometría, expandida. El resultado fue la formación de un
tubo dentro de la atmósfera que actuaba de manera similar a un microscopio.
Eso, conjugado con unos fenómenos de reflexiones similares al que produce los
espejismos en los desiertos podría ser la causa de que en algunas zonas, y solo
en algunas, se observaran los fenómenos “atmosféricos” que muestran los vídeos.
arxiv: 2001-1524
Title: Is Planet X actually a cosmic string?
Abstract
Title: Is Planet X actually a cosmic string?
Abstract
In a recent paper it was conjectured that the observed gravitatory anomalies in transneptunian celestial bodies, together with the observation of gravitational lense effects could point to the possibility that the hipotetical planet X could be actually a primordial black hole of 1 to 3 earth masses. But the same observations could be explained by a cosmic string. In the article we show how this can be and also explore some distinctive features that could allow the distinction of both cases. We examinate also the posible menaces for earth integrity due to possible GRB originated by the two types oc exotic objects.
In the last part we briefly discusse the topic of tachyons originated by a cosmic string and its possible detection.
Authors Charles McAndrew, Carlos Kerr.