Supers
Le había llevado un tiempo darse
cuenta, pero definitivamente lo suyo era ser un “supervillano”.
Tenía poderes desde bastante antes de
que se hiciera famoso el tipo de la estrella solitaria y
posteriormente los conferedates y toda la chusma con poderes que vino
después. Incluso antes de que apareciera esa gente sabía que no era
el único con poderes, y lo sabía porqué antes de decidirse a
usarlos había estado buscando sí existían otros cómo él.
Le había llevado bastantes años, y,
realmente, el hallazgo fué mas un golpe de fortuna que fruto de su
trabajo. El primer ser que había encontrado también era un
“supervillano”, pero muy diferente a él mismo y la palabra
“demonio” sería mucho mas adecuada para describirlo.
Dió con él cuando aún no tenía
claro que hacer con sus propios poderes y se dedicaba a seguir “la
ruta del dinero fácil”, juegos ilegal, drogas, armas, etc. Había
hablado con diversos traficantes, para conocer cómo iba el negocio,
antes de decir sí unirse o no. Lo había hecho de forma discreta, y
adoptando varias personalidades diferentes, y evitando involucrarse,
algo que le resultaba fácil gracias a sus poderes. Poco a poco
había ido percibiendo que había una “mano negra” que estaba
detrás de muchos de esos negocios.
Había intentado acercarse mas, pero
era muy difícil, y, además, cuanto mas descubría mas preocupado
estaba. Lo que quiera que fuese que estuviera persiguiendo no buscaba
enriquecerse, o conquistar un gran nivel de poder y preeminencia. Al
contrario, buscaba permanecer oculto y, según parecía, buscaba
crear entornos herméticos en los que dar rienda suelta a prácticas
que daban mucho miedo. En un momento dado se enteró de que se había
organizado una “caza humana” en una de las zonas mas inaccesibles
de los pantanos de Florida. Aunque, incluso en esa época, ya tenía
bastante claro que el uso mas lógico de los superpoderes era fuera
de la ley, también tenía claro que cuantas menos leyes infringiera
mejor, y, desde luego, matar era algo que querría evitar tanto como
el fuera posible, e incluso prefería evitar el dejar morir gente, sí
podía hacerlo sin meterse en líos.
Por ese motivo siguió a los
cazadores y llego al “coto de caza”. Allí fue dónde tuvo su
primer contacto con la criatura, aunque no lo supo inmediatamente. Lo
que vió fue un tipo alto, vestido de negro, con un abrigo largo,
máscara y capucha, que saludó a los “cazadores” y les explicó
las reglas del evento. Luego se dirigió a una embarcación de la que
hizo salir a las “presas”, que obedecían sus órdenes con temor.
Explicó que, tras quitarles las cadenas que llevaban las dejaría
escapar, dándoles un puñado de armas blancas (arcos, flechas,
espadas, cuchillos y similares) para que no estuvieran completamente
indefensas frente a unos cazadores que llevaban lo último del
armamento militar del momento: visión nocturna, fusiles de asalto
semiautomáticos, granadas y cualquier otra cosa que quisieran
llevar.
Las “presas” se pelearon a
puñetazos y patadas entre ellas para coger las mejores armas y luego
huyeron en diversas direcciones. Cinco minutos después salieron
detrás los cazadores. Tenían comunicación entre ellos todo el
rato, y también con un “centro de mando” que les diría dónde
ir cuando terminase la caza. Cuando todos hubieron partido el
organizador cambió de aspecto y sus ojos se iluminaron desde dentro
con el color rojo de las brasas ardientes. Sus pies se elevaron sobre
el suelo y se marchó volando por encima de la selva pantanosa.
Ël se había quedado atónito y no
sabía muy bien que hacer. Inicialmente tenía la vaga idea de que,
caso de poder, habría ido encontrando a las presas, usando sus
poderes, antes que los cazadores y llevándolas lejos, a algún lugar
seguro, pero el hecho de que hubiera alguien mas con poderes, cuyo
alcance desconocía, le disuadió de intentarlo.
El transcurrir de los hechos hizo que
pronto su curso de acción se decidiera solo. Escuchó sonido de
disparos y, también volando, se dirigió hacia dónde sonaban. En
medio del vuelo se aseguró de activar el sistema que sabía que le
hacía casi invisible, tanto a las frecuencias que podían ver los
humanos cómo a los infrarrojos. Cuando llegó a dónde habían
sonado los disparos vió que, en medio de un claro, uno de los
cazadores miraba en todas las direcciones y que disparaba ráfagas en
cuanto percibía, o creía percibir, cualquier cosa sospechosa.
Aunque él era invulnerable frente a la munición de ese rifle
prefería que no le alcanzase así que decidió permanecer en el
aire, justo encima de el cazador. Entonces se fijó que en uno de los
árboles había una forma oscura, que no tardó en identificar como
el misterioso organizador. No llevaba ningún arma reconocible, pero
imaginó que éso no significaba nada. La criatura volaba de un árbol
a otro, sin ruido, pero de vez en cuando movía a posta alguna rama,
para sobresaltar al cazador, que se giraba y disparaba en la
dirección de la que había surgido el sonido. Por lo que veía a la
criatura las balas le preocupaban aún menos que a él y siguió un
rato con ese juego del gato y el ratón.
En un momento dado se escuchó como el
cazador hablaba con el centro de mando, que seguramente se había
puesto en contacto con él para preguntar a que venía tanto disparo.
Explicó que creía tener a una, o varias presas, localizadas, pero
que no terminaba de acertar a ninguna. Ante esa afirmación se
escucharon unas carcajadas por el sistema de comunicación ante lo
que optó por despedirse de manera abrupta. Y fue lo último que
hizo. Justo después la criatura de aspecto humano saltó sobré él
y acabó con su vida, de una forma terrible, que nunca olvidaría,
Le quito el arma como quien le quita un juguete a un niño y luego lo
cogió del cuello, levantándolo del suelo con una sola mano. Después
soltó el agarre, pero el cazador siguió suspendido en el aire.
Entonces su cuerpo se volvió transparente y se iluminó desde dentro
con una luz tenue. Y, de ese modo, la criatura fué destruyendo el
cuerpo desde dentro, despacio, y de maneras tremendamente crueles. La
víctima, que seguía viva en todo momento, pese a que debería haber
muerto con cualquiera de las barbaridades a las que era sometido su
cuerpo, se agitaba con todo tipo de violentas convulsiones. Su rostro
se retorcía de dolor, y su boca hacía el gesto de gritar
desesperadamente, aunque ningún sonido llegó a salir de ella en
ningún momento.
Cuando la criatura decidió que ya era
bastante el cuerpo del cazador empezó a arder con inusitada
violencia y al cabo de unos pocos segundos se había vaporizado.
La misma secuencia, con todo tipo de
horropilantes variaciones, se repitió con toda la partida, tanto de
“cazadores” como de presas. En algún momento la criatura se
volvió hacia dónde él estaba y tuvo la certeza de que había
reparado en su presencia, pero, por fortuna para él no intentó
atacarlo.
En cualquier caso mucho antes de que
acabase con todos él decidió huir de allí y marcharse lo mas lejos
posible, a otro continente de hecho.
Tras ese encuentro decidió que,
definitivamente, no quería saber nada de las mafias organizadas, y
el monstruo que estaba detrás de algunas y su tarea de
“supervillano” fue de poca monta, dedicándosse a robar
cantidades relativamente pequeñas a bancos o empresarios de tamaño
medio, que le permitían tener una vida cómoda sin dar prácticamente
palo al aguan, y fuera del radar de las fuerzas de la ley o de las
redes de delincuencia.
El segundo ser con poderes que
conoció también era muy discreto, cómo él mismo, o la oscura
criatura que había encontrado en los pantanos de florida. Había
dado con él de una manera mucho menos tétrica, durante el
entrenamiento de sus poderes. Había relativamente pocos lugares lo
bastante apartados en el mundo dónde poder dar salida a sus
habilidades sin llamar la atención, así que posiblemente no fuera
tan extraño que cuando fue a uno de esos sitios se encontrase con
otro ser haciendo exactamente lo mismo, entrenar.
Aunque no se podía decir que ese
otro ser fuera exactamente cómo él. Estuvo en el “campo de
entrenamiento” varias horas y durante ese tiempo desplegó una gran
variedad de “poderes”, demostrando mucha habilidad en el uso de
la mayoría de ellos y, además, el nivel al que los desplegó era
impresionante, muy por encima de lo que el mismo podía hacer, y, aún
así, por la manera paulatina en la que iba subiendo la intensidad le
quedó bastante claro que en ningún momento había llegado a llevar
ninguno de ellos al límite de lo que hubiera podido. De todos modos,
simplemente con lo que había visto, le quedó claro que estaba ante
alguien con poder suficiente para derrotar a ejércitos enteros sin
mucho esfuerzo, y muy por encima de lo que, varios años después,
mostrarían estrellita, los conferdrates o cualquiera de los otros
supers.
Cómo ese otro ser no parecía
particularmente agresivo decidió seguirlo, e incluso se planteó
llegar a hablar con él, pero decidió que, por muy amistoso que
pudiera ser, prefería que, sí era posible, alguien tan poderoso no
supiera nada de su existencia. A través de esa labor de vigilancia
llegó a saber unas cuantas cosas de él, y vio que aparentaba tener
una vida normal, y no vió ninguna muestra de que estuviera haciendo
ningún uso de sus poderes, ni cómo “héroe” ni como “criminal”,
lo cuál le pareció una actitud muy astuta y prudente, y decidió
dejar de vigilarle y que cada uno siguiera con su vida
Cuando la existencia de los supers
salió a la luz pensó en hablar con él, y retomó la vigilancia.
Mientras lo hacía se dió cuenta de que iba detrás de un cártel de
drogas que él conocía de antaño y que sabía que estaba dirigido
en secreto por la criatura de las sombras. Lo siguió discretamente
durante su viaje a Francia y se dio cuenta de que, sin que lo
supiera, estaba siendo llevado discretamente a un encuentro con el
demonio del pantano, que ahora se había trasladado a la Francia
rural. Tenía intención de darse conocer, y avisarle del peligro,
pero los acontecimientos se precipitaron y no tuvo ocasión. No llegó
a saber los detalles de cómo se produjo el enfrentamiento entre
ambos, pero lo primero que supo es que, de algún modo, la villa
dónde se encontraron fue atacada por hasta tres misiles nucleares.
Le hubiera gustado hacer mas
averiguaciones, pero para un mundo que aún estaba tratando de
asimilar la existencia de seres con superpoderes un ataque nuclear en
suelo francés fue demasiado, las cosas se descontrolaron, y no tuvo
ocasión.
Durante un tiempo se estuvo preguntando si los misiles nucleares habrían destruido a los dos seres. El “bueno” sin duda era muy poderosos, y podía sobrevivir tranquilamente a bombas convencionales, incluso a las mas potentes, pero no estaba seguro de lo que le podría hacer una explosión atómica. Al otro ser no le había visto haciendo un gran despliegue de poderes, pero, sabiendo que buscar, había ido aquí y allá y no le cabía duda de que tenía tanto o mas poder que el otro, y que, además, era una criatura muy antigua, que se había pasado causando daño desde el principio de la historia humana documentada, y tal vez incluso antes.
Durante un tiempo se estuvo preguntando si los misiles nucleares habrían destruido a los dos seres. El “bueno” sin duda era muy poderosos, y podía sobrevivir tranquilamente a bombas convencionales, incluso a las mas potentes, pero no estaba seguro de lo que le podría hacer una explosión atómica. Al otro ser no le había visto haciendo un gran despliegue de poderes, pero, sabiendo que buscar, había ido aquí y allá y no le cabía duda de que tenía tanto o mas poder que el otro, y que, además, era una criatura muy antigua, que se había pasado causando daño desde el principio de la historia humana documentada, y tal vez incluso antes.
Mas adelante supo que en los USA
había aparecido un nuevo super, que estaba intentando traer un poco
de orden a la locura que se había ido desatando en el país. Fue
allí y no le costó mucho convencerse de que ese nuevo super era el
mismo que había conocido en el campo de entrenamiento.
La mayoría de los supers pretendían
ser del bando de los “héroes”, pero en su opinión lo único que
hacían era llevar las disputas de las diversas fraccionies políticas
de los USA a otro nivel, y, fruto de sus diferentes visiones del
mundo se enfrentaban entre ellos de vez en cuando. Las peleas entre
supers no eran cómo en los comics, y varios de ellos morían, o
sufrían heridas terribles, y en el transcurso de las peleas había
mucha destrucción de bienes y muerte de humanos normales que
tuvieran la mala suerte de verse envueltos en ellas. Por suerte
ninguno había reparado en él y sus pequeños robos y podía seguir
con su labor de “supervillano” sin interferencias, Realmente él
mismo también era mas ponderoso que cualquiera de los otros supers
así que, salvo que se topara con la criatura, o el ser que luego
sería conocido como “el señor de la luna roja” no tenía miedo
a ser atrapado.
Con el tiempo también llegaron a a
parecer unos pocos “supervillanos” de poca monta, que pretendían
cosas absurdas como “gobernar el mundo”, o actuar como
superasesinos en serie o cosas similares. Algunos eran bastante
poderosos, pero ninguno se acercaba a su poder, y mucho menos al de
los dos que estaban por encima suyo, y, aunque causaban daños por un
tiempo solían ser eliminados por los “héroes”, que, al menos en
eso si solían justificar su apelativo.
Él , por su parte, optó por
permanecer en el anonimato todo el tiempo, limitándose a ver cómo,
pese a los esfuerzos del señor de la luna roja, la situación se iba
descontrolando. Detrás de ese descontrol parecía estar, en las
sombras, el demonio del pantano, que parecía buscar que los suserps
se destruyeran entre sí, algo que al final ocurrió en la
confrontación final, a la que sólo sobrevivieron “el señor de la
luna roja”, estrellita, él mismo, y quizás algún otro que
hubiera tenido el buen gusto de permanecer en el anonimato.
Aunque no tenía modo de saberlo tenía
la sospecha de que “luna roja” hubiera preferido permanecer en el
anonimato, y que sólo salió de él, muy a su pesar tras el
encuentro con “el otro” y viendo también el desastre que estaba
sucediendo en USA y que amenazaba con extenderse al resto del mundo
Su modo de actuar, en su opinión, había sido muy inteligente, pero,
en última instancia, no había bastado para evitar el desastre que
terminó con la erupción de Yellowstone.
Tras éso hizo su gran exhibición de
poder, creando y destruyendo un miniagujero negro a partir de una
montaña, y, posteriormente, calentando al rojo vivo toda la
superficie de la luna, acto del que se originó su nombre, y que
convenció a la raza humana de acatar su decisión de crear las zonas
restringidas.
Por desgracia su enemigo en las
sombras estaba claro que iba intentar corromper lo que quiera que
pretendiera hacer en esas áreas. Posiblemente, como “supervillano”
debería ponerse del lado de la criautra, pero, sencillamente, le
daba demasiado miedo, así que había decidido hablar con “luna
roja” y poner en su conocimiento todo lo que había averiguado en
esos años, a ver si entre ambos lograban detener a la criatura.
Además, había escuchado las afirmaciones de estrellita sobre el
origen del poder de los supers, y, aunque tal vez hubiera algo de
verdad en ellas, tenía claro que había cosas que ni estreellita,
ni, a lo que parece tampoco luna roja, sabían, y eran cosas
importantes.
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