miércoles, 11 de enero de 2012

La Yihad Butleriana

Posted on agosto 8, 2011 Pensaba que este blog era poco menos que una causa perdida, pero en vista de que en una semana ha habido dos comentarios creo que es el momento de darle una oportunidad. He estado leyendo hace poco el libro de Brian Herbert (hijo de Frank Herbert, el creador del universo Dune) y Kevin Anderson sobre la Yihad Butleriana. Esta Yihad aparecía mencionada en los libros de la saga original repetidas veces. En el universo Dune no hay robots, ni inteligencias artificiales, ni, en general tecnología informática. Dado que ese universo transcurre en el futuro de la especie humana y que incluso en la fecha de publicación (1965) del primer libro de la saga ya había ordenadores, aunque fuesen bastante toscos, era necesario dar una explicación a ese hecho. La explicación de F. Herbert es sencilla: se llegaron a fabricar máquinas inteligentes pero estas se rebelaron y fué necesario hacer una guerra contra ellas. Tras ganar esa guerra los humanos acordaron no volver a construir máquinas mas inteligentes que el hombre (y de hecho ni siquiera máquinas medianamente inteligentes. Posiblemente el portátil desde el que escribo esto sería ilegal en el universo Dune). Realmente ese hecho es bastante interesante para dar mucha credibilidad, incluso hoy día al universo original. Mucha de la tecnología creada desde el 65 hasta hoy está basada en la informática. Que no aparezca en el universo Dune estaría perfectamente justificado por esa Yihad. Bien, este libro nos describe los detalles de esa guerra. Mientras hace eso nos va poniendo en situación de lo que será en el futuro el universo Dune original de Frank Herbert (y en los otro libros de estos dos autores sobre “las casas” situados cronológicamente antes de la saga original). El libro es entendible para quien no haya leído ninguno más de las sagas, aunque, eso sí, no captará casi ningún detalle que haga referencia a las situaciones del futuro. Los fieles de la saga original no están demasiado contentos con la tarea del hijo de Frank y su compañero de fatigas. Yo leí hace ya unos años la saga original (todos los libros) y hace dos o tres leí uno de los libros de las casas (el de la casa Harkonnen). No me puedo considerar fan de la saga. No es que me disguste la saga de dune, ni mucho menos (nadie se lee tantos libros si no son de su agrado) pero de no ser por el hecho de que están disponibles en bibliotecas seguramente no los hubiese leído (prefiero gastarme el dinero en libros de autores mas hard). Desde luego coincido en que los libros del hijo no están a la altura de los del padre en muchos aspectos. Son, simplemente, entretenidos (que es algo que no deja de tener su mérito). En todo caso no me interesaron lo bastante para leer más libros de las casas. El tema de la Yihad butleriana era algo diferente. Al fin y al cabo la era de los robots ya la tenemos prácticamente encima: el gobierno USA ya ha fabricado “terminators” no muy diferentes de los modelos primitivos que se ven en la película “terminator 3″, Foxconn quiere reemplazar trabajadores con un millón de robots en los próximos tres años, la inteligencia artificial ha tenido avances espectaculares recientemente, hay robots que toman sus propias decisiones y se comunican entre sí a través de internet para aprender unos de otros. Vamos, que es un buen momento para leer un libro con el que amenizar las reflexiones sobre la conveniencia de no seguir avanzando en robótica sin tomar precauciones. Tras tanto prolegómeno llega el momento de comentar algo sobre el libro en si mismo. Resulta sencillo de leer (pese a ser bastante extenso), es ameno, y nos da antecedentes sobre las casas Artreides y Harkonen. Nos muestra como surgen inventos clásicos del universo Dune (los escudos personales Holtzman). Nos muestra una casta de mujeres que tal vez sean las futuras bene gesserit (aunque no llegan a afirmar que así sea), nos habla de una raza que serán los tleilaxux, Y aparece el planeta Arrakis. En la parte de Arrakis se nos explica como la especia llegó a difundirse por el imperio, quien fué el primer hombre en montar un gusano y alguna cosilla más (por ejemplo de dónde salen los martilleadores). En cuanto a las máquinas inteligentes la trama gira en torno a Omnius -la gran inteligencia artificial central – un robot independiente con curiosidad por estudiar a los humanos, Erasmo, y los Cimeks, cerebros humanos gobernando robots. Omnius es muy tópico, una máquina que busca la eficiencia y que no sabe demasiado de emociones. Erasmo no tiene gran talento para analizar a los humanos y se dedica a experimentos bastante truculentos. Para quienes hayan leído la saga del núcleo de Gregory Benford el paralelismo entre Eramos y el mec Mantis saltará a la vista. Por supuesto el Mantis de Benford es un personaje mucho mas logrado, pero claro, es que en general la obra de Benford, y esa saga en particular, está muy por encima del nivel de Brian Herbert, así que era de esperar. Los Cimeks son un tanto peculiares. He leído que alguna gente se extraña de que unos humanos puedan querer dejar sus cuerpos orgánicos y convertirse en seres robóticos. Dado que los Cimeks hicieron eso cuando sus cuerpos estaban cercanos a la muerte (de hecho uno de los cimeks originales murió en un accidente) lo extraño, en mi opinión, sería que disponiendo de esa tecnología no la usaran. Debo hacer una pausa para señalar que los Cimeks originales, conocidos como los titanes, juegan un papel importante en la Saga. Antes del advenimiento de Omnius se nos planteaba un universo en la que la creatividad humana había desaparecido ante la comodidad generada por máquinas inteligentes que lo hacían todo. Esa humanidad abúlica fué conquistada por 20 personas, los titanes originales, que reprogramaron las máquinas para que les sirviesen. Posteriormente uno de esos titanes (autodenominado Jerjes) cometió el error de dejarse invadir, siendo ya un cimek, por Omnius. El punto mas chocante de los titanes cimek es su crueldad, mental y, sobre todo, física, con los humanos. Y sobre ese punto los autores no dan mayor explicación (apenas unas veladas sugerencias). No digo que sea impensable que unas criaturas como los cimeks puedan ser violentas. Si el humano original fuese un psicópata asesino antes de mecanizarse sería perfectamente comprensible. Al fin y al cabo verse con un cuerpo mucho mas perdurable y poderoso, acentuaría sus rasgos psicóticos. Pero el caso es que no se trasluce en ningún momento que cuando eran humanos los titanes fueran psicópatas. Si acaso uno de ellos, Ajax (todos los titantes tienen nombres históricos o míticos: Ajax sería uno de los personajes de la Iliada de Homero -aunque en la Iliada hay dos Ajax -el grande y el chico-. Pero bueno, no exijamos demasiado sobre cultura clásica a un autor americano xD) posiblemente fuese un psicópata, o al menos un amargado, si hacemos caso a una sugerencia de otro personaje del libro encargado de hacer su estatua. Otra explicación es que tal vez automáticamente cualquier humano que se convierta en Cimek va a ser de ese modo, tal vez al verse tan poderoso y libre de posibilidad de represalias. Yo no tengo claro ni mucho menos que eso debiera ser así, pero al menos sería una tentativa de explicación. El problema es que los autores no se esfuerzan en ningún momento en explicar este aspecto, y a mí no me parece admisible que no se de. Ciertamente en otros puntos los autores no dan ninguna, o casi ninguna explicación. Las naves vuelvan tranquilamente de una estrella a otra en cosa de días (al final del libro se acuerdan de que eso no es normal y comentan algo al respecto de pasada). Las presuntas antecesoras de las Bene Gesserit tienen unos poderes psíquicos enormes y muy variados (muy superiores a lo que en el futuro tendrán las Bene Gesserit) y nos debemos conformar con que esos poderes surgen de una droga que toman en su planeta que las transforma a ellas y no a los hombres. Ciertamente desde el punto de vista de alguien aficionado al hard la explicación es absolutamente insuficiente. El resto de la trama, relaciones entre personajes, etc, es normal y relativamente convencional. A mi eso no me preocupa demasiado. En realidad señalaría que parte del tiempo dedicado a la explicación del triángulo amoroso entre Xavi Harkonen, el Artreides (no recuerdo ahora el nombre) y Serena Butler podría emplearse en explicar porque son tan violentos los Cimeks. Al fin y al cabo si dedica un tiempo a explicar la relación entre el jefe Cimek (Agamenón) y su hijo (no digo quien es para no hacer spolier xD). Total, que una novela entretenida, que por lo visto tiene dos continuaciones en las que se narran el resto de aspectos de la guerra robots vs humanos, un tanto superficial en muchos puntos, y, desde luego, nula en el aspecto hard: los autores no demuestran mayor conocimiento de física o inteligencia artificial. De hecho incluso de informática elemental andan justitos (el cimek clave- barbarroja, en la parte tecnológica de la conquista de la humanidad es descrito como “un hacker”, sin entrar en mayores detalles). Volviendo a lo que dije al principio, la mayor justificación para leer esta novela es reflexionar sobre si deberíamos ir pensando en hacer una “yihad butleriana” en el mundo en que vivimos actualmente. Al fin y al cabo la era de los robots está casi encima, y si se deja pasar demasiado tiempo sin tomar medidas quizás sea demasiado tarde. Yo no soy experto en inteligencia artificial, pero por los visto algunos expertos en el tema son los primeros en sugerir que es el momento de hacer legislación al respecto cuanto antes: http://www.taringa.net/posts/reviews/11705198/Leyes-para-robots.html

1 comentario:

  1. Buen análisis.no te desesperes.muchos leemos y no comentamos por miedo a que los demás lectores sepan más que nosotros xd

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