miércoles, 11 de enero de 2012

Supers (I)


Me enteré del hecho viendo la televisión. Fue la noticia de apertura. Y no era para menos. Tenían un vídeo de un superheroe real en acción. Provenía, como no, de estados unidos. Una cadena de TV local estaba dando e típico programa en directo en el que mostraba como unos policías intentaban atrapar a un conductor a la fuga. En un cierto momento de la grabación apareció un tipo que se puso a perseguir al vehículo sospechoso...volando. Desde la cámara del helicóptero se pudo apreciar como el individuo, ataviado en un uniforme un tanto hortera (pero sin mallas, alabado sea quien corresponda, al menos iba sin mallas) igualaba su velocidad con la del coche y se posaba con precisión en el capó del mismo. Aparentemente los ocupantes del auto no se habían apercibido de lo que estaba pasando. Según informaba la locutora que daba la noticia, se sabía que algunos de los que iban dentro llevaban armas de fuego y, pese a ello, no intentaron disparar a su inesperado polizón del techo, al menos no inmediatamente. 

El supertipo no se quedó mucho tiempo inactivo. Fuera casual o premeditadamente se daba la circunstancia de que en ese momento los perseguidos circulaban por una calle no demasiado transitada. Eso favoreció que la maniobra para detener el coche no fuese peligrosa para terceros. Demostrando que no sólo podía volar sino que disponía de un cierto nivel de superfuerza clavó sus manos en el ángulo superior izquierdo del techo del vehículo – justo por encima del conductor-- y procedió arrancarlo con un brusco tirón. Enroscó rápidamente el trozo de techo arrancado y por el hueco que había abierto golpeó al conductor, que quedó inmediatamente inconsciente. Tras ello se deslizó al interior del habitáculo, agarró el volante con una mano y con la otra desplazó al recién abatido delincuente al asiento de atrás. Nada mas ocupar el asiento pisó a tope los frenos, con lo cuál el resto de ocupantes salieron despedidos hacia delante. Tras eso apagó el motor, y arrancó de cuajo el volante, asegurándose con ello de que el coche quedara inutilizado. 
Los pasajeros se recobraron del aturdimiento provocado por el brusco frenazo con relativa presteza y enseguida echaron mano de las armas. Entretanto los coche patrulla habían conseguido rodear el detenido vehículo y los cámaras de TV que iban en ellos enfocaron con claridad como el misterioso superhéroe no tardó nada en abatir al copiloto con un golpe de revés dado con el dorso de su mano derecha. Se giró para encararse con los del asiento trasero, pero no fue lo bastante raudo como para evitar que estos pudieran efectuar unos disparos con unas pistolas semiautomáticas. Afortunadamente para él, y por desgracia para los pistoleros, se vio que a la capacidad de vuelo y a la superfuerza se unía la capacidad e resistir un balazo. 

Y, ya para terminar, el tipo del uniforme estrafalario regaló a la audiencia con un nuevo poder. Levantó las palmas de las manos hacia los que le disparaban y de estas brotó un arco de luz zigzagueante que dejó sin sentido a sus atacantes tras provocarles unas sacudidas que sugerían una naturaleza eléctrica del fenómeno visual. Tras eso salió del coche, ignoró las indicaciones de los agentes de policía de que se entregara y se fue como había venido, volando. Posiblemente los agentes de la ley hubieran podido echarse encima de él para intentar detenerle, pero nadie llegó nunca a recriminarles —o al menos no públicamente-- que no intentaran hacerlo. 
Después de eso la presentadora informó de unas cuantas especulaciones, aclaró que darían mas datos según se fuesen conociendo y pasó a resumir el resto de noticias del día. Cambié de canal, intentado ver si en los otros informativos decían mas sobre el asunto. También encendí el ordenador e hice una búsqueda en google. La primera entrada que mostró la búsqueda era un vídeo en youtube dónde podía ver la escena de nuevo. Reproduje la grabación y observé que mostraba lo acontecido desde cámaras distintas a las que habían usado en el reportaje de TV. 

Vi varias repeticiones del vídeo, fijándome en los detalles. No para intentar elucidar si era real o un montaje pues estaba casi seguro de que era auténtico, sino para estudiar las habilidades sobrehumanas del individuo, y como las usaba. Para comparar adecuadamente sus acciones imaginé lo que habría hecho en el caso de tener que resolver esa situación con esos poderes. La verdad es que no me convenció nada la táctica empleada. Posiblemente hubiese sido mas astuto usar as descargas eléctricas para sobrecargar la circuitería del motor y hacer que se detuviese el coche por si sólo. Tras eso habría volcado el coche y hubiera dejado inconscientes a los ocupantes con una nueva descarga antes de que tuvieran opción de salir de debajo del vehículo. En todo caso eso era lo menos relevante. Disponía de otros poderes mas adecuados para esa situación, y, lo que era la verdadera clave del asunto, nunca, nunca, nunca, se me hubiese ocurrido mostrar en público ninguno de ellos. Que alguien se hubiera mostrado tan abiertamente en TV haciendo gala de ellos sólo significaba una cosa: problemas, y gordos.



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